*Siempre que comienza el mes de diciembre pensamos: "¡cómo vuela el tiempo, ya se termina otro año!". Entonces es cuando nos llega a la mente tantos y tantos recuerdos de proyectos realizados, de no realizados, de los que quedaron a medias, y de los que nos frustraron por los resultados obtenidos, o porque no estaban en nuestras manos efectuarlos.
*Bien dicen que este es el momento de reflexionar, y ello se debe, quizás, porque es el último mes del año, o porque la mercadotecnia nos satura de publicidad cargada de sentimentalismo que nos obliga a ponernos melancólicos y sentimentales.
*Dos días faltan para que termine este año 2017.
*Muchos recuerdos nos llegan a la mente, y tal cual lo dice una estrofa de la canción de Pablo Milanés: "Cuánto gané, cuánto perdí ", las preguntas nos golpean a veces seca y duramente en nuestra mente.
*Ganamos, quizás, nuevos amigos, un puesto importante en nuestros trabajos, un auto nuevo, un viaje; pero también perdimos, quizás, la libertad, la dignidad, el amor, o a algún ser querido que, dolorosamente, jamás volveremos a ver en esta vida terrenal, solo en sueños y en nuestra mente y corazones.
*En un año pasan muchas cosas, y tal como el mundo gira y se mueve, los seres humanos nos "movemos". Y aunque la vida va siempre colocando cada cosa en su lugar, tenemos que reconocer y aceptar que somos mayormente responsables de lo que nos sucede.
*Así mismo, debemos reconocer y aceptar que este año que termina ha sido difícil para el pueblo mexicano, que ha estado lleno de calamidades y desgracias, pero sobre todo, de inseguridad.
*La vida no siempre es "miel sobre hojuelas", sin embargo, y a pesar de saber que las tragedias siempre existen, que las desgracias humanas pasan a diario, a últimas fechas la insensibilidad e indiferencia ha tocado muchos corazones, lo que ha recrudecido la violencia y los métodos de la misma, la discriminación, y el robo descarado a la nación.
*Los políticos llenándose los bolsillos del dinero del pueblo, los mafiosos masacrando a la juventud y envenenándola, y los poderosos, "jugando" a la guerra, poniendo en peligro la existencia misma del ser humano.
*Por ello, hoy quiero creer que el próximo año, y gracias a la voluntad de la mayoría de los seres humanos, todo será diferente.
* Quiero creer que no tan sólo en este mes de diciembre nuestro chip del horror y el miedo ha cambiado, sino que lo habremos de cambiar completamente para el próximo año y los que le siguen.
*Quiero creer que los políticos y nuestros gobernantes también cambiarán su chip de corrupción y deslealtad, por uno de humildad, colaboración y lealtad, procurando acabar con la pobreza y la desigual que impera en nuestro país.
*Cierto, no creo en la magia, en los hechizos, pero sí creo en que el ánimo colectivo de paz, esperanza, honradez y trabajo nos lleve irremediablemente a una sociedad armónicamente equilibrada y feliz.
*Por ello, considero que si nos proponemos que este sentimiento que surge a partir de las festividades decembrinas perdure, los siguientes años serán mejores, mucho mejores.
*Eso nos dará la fuerza para retomar el camino, para retomar los valores universales tan importantes en la vida y convivencia del ser humano que vive en sociedad, pero sobre todo, para enfrentar los problemas que se presenten en nuestra vida, atenderlos y seguir buscando la manera correcta de dar resolver lo que tengamos que resolver.
*Por todo lo anterior, deseo para aquellas personas que han perdido sus propiedades materiales en estos sucesos naturales tan terribles, así como para aquellas personas que también han perdido a algún ser querido, que La Paz, la resignación y la esperanza lleguen a sus corazones.
*Igualmente el deseo de la esperanza, La Paz y el amor para aquellas personas que no han perdido aparentemente nada, pero que han vivido en el temor, la desesperanza y la desigual de este país nuestro tan violento, corrupto, mal gobernado y lleno de impunidad.
*Que disfruten todos una hermosa velada familiar en espera de un esperanzador amanecer. Pero sobre todo, de un próspero y provechoso Año Nuevo.
*Decretemos para que así sea.
*Sintamonos orgullosos y agradecidos con la vida y Dios del regalo de los próximos 365 días. Recuerden, es un nuevo libro en blanco, nosotros decidiremos la historia que se plasmará en esas hojas.
