*No cabe duda que el refrán: "Nadie escarmienta en cabeza ajena", lo aplicamos en nuestras vidas, algunos muy de vez en cuando pero otros a cada momento, y es que al parecer, hasta que no experimentamos, no aprendemos la lección.
*Desafortunadamente existen lecciones que no se logra vivir para constarse, ya que el precio que se paga por no escuchar consejos, es demasiado alto.
*Comento lo anterior, porque vuelvo a leer la fatal noticia de una chica de escasos 15 años que fue una víctima más del mal uso de las redes sociales.
*En este, como en muchos otros casos, la chica conoció a otro supuesto muchacho de su edad por medio de las redes sociales que ofrece el internet, después de un tiempo de "conocerse", decidieron verse en persona, para esto, concertaron un determinado lugar.
*La chica emocionada acudió a conocer físicamente al supuesto enamorado, después de escasos meses de comunicación vía internet.
*Para su sorpresa el joven llegó acompañado por otro hombre, algo mayor que ellos, y entre plática y plática la envolvieron para que los acompañara a un hotel, donde la atacaron sexualmente para posteriormente asesinarla.
*¿Cuántas veces hemos escuchado historias como éstas? Muchas. Sin embargo, al parecer, los chicos no quieren aprender con la experiencia de otros que han pasado por algo similar y han sobrevivido para contarlo.
*Es una terrible realidad; nos enfrentamos todos los días con una serie de peligros que ni idea tenemos de ellos, y que por lo tanto no podemos evitar, pero algunos, como en el caso anterior, ya los podemos predecir de alguna manera por la experiencia de otros, pero, desgraciadamente,muchos pensamos: " Eso no me va a pasar a mi, esa persona era tonta, yo no lo soy". Cuando nos damos cuenta es demasiado tarde.
*Algunos, como mencioné anteriormente, han tenido la suerte de contarlo, aunque con severas consecuencias y secuelas, pero otros, desgraciadamente, se lo llevan a la tumba.
*¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestra juventud tan perdida en ese océano de desinformación y delincuencia ?
*La delincuencia a través de las redes de comunicación han roto distancias y obstáculos. Han derribado, de alguna manera, las barreras que los padres le ponemos a nuestros hijos para salvarlos de las garras de vicios y delincuencia.
*Todo ello, debe de formar parte de una educación integral, que comience en las casas y continúen en las escuelas.
*Por su parte las autoridades deben de buscar mecanismos que puedan apoyar a los jóvenes, regulando contenidos, vigilando el uso o mal uso de las redes de comunicación, implementando programas que realmente impacten en los chicos, y por supuesto, proveyéndolos de lo necesario para que se preparen para la vida, pero a vida sana, comprometida con ellos mismos, y con la sociedad en general.
*Mucho trabajo que hacer para salvar a nuestra juventud. Es compromiso y responsabilidad de todos.
*Trabajemos para que historias, como la antes descrita, no sucedan a diario. Recordemos que muchas veces tenemos al enemigo en caso, disfrazado de cordero y sin que lo veamos físicamente, pero está ahí,acechando el momento justo para cometer su crimen.
*Pensemos, responsabilicémonos, pero sobre todo, actuemos.
*Buen fin de semana.
Para ilustrarnos:
Acechar: Observar, aguardar cautelosamente.
Escarmentar: Aprender uno de los errores propios o ajenos para evitar caer en ellos.
Proveer: Suministrar o facilitar lo necesario o conveniente para un fin.