*Quizás parezca una frase trillada porque la hemos escuchado muchas veces en varios contextos o situaciones, sin embargo, eso es que lo debemos de sentir y demostrar a los que decidieron dedicarse a la docencia, a ser parte de la formación del ser humano, y quien, a pesar de todo lo que se diga, sigue siendo pieza fundamental e imprescindible en la vida de niños y jóvenes.
*¿Quién no tiene presente en su mente a un maestro que jugó un papel muy importante en su vida así hayan pasado años?
*Creo que muchos de nosotros ha quedado el recuerdo de algún maestro que nos enseñó o nos reprendió y que por ello no puede ser olvidado jamás.
*Cierto, como en todos los ámbitos de la vida, en el sector educativo existen diferentes tipos de maestros, pero no podemos negar que de cada uno de ellos aprendimos algo, porque hasta de sus errores llegamos a aprender.
*A mí me tocó la escuela tradicional, y agradezco que así haya sido, porque, aunque los mecanismos para amonestar y reprender las conductas inapropiadas eran duros, gracias a ello aprendí a respetar a mis mayores, a no tomar lo ajeno, a valorar lo mucho o poco que me podían dar mis padres, etcétera, etcétera.
*Por ejemplo, pasan los años y recuerdo a mi maestra de tercer grado de primaria, Cristina, en ese entonces una joven alta, delgada, que llegaba siempre a la escuela muy arreglada, pero lo que más llamaba la atención eran sus manos; unas manos que lucían unas largas uñas muy bien arregladas, con un barniz de color discreto.
*Una mujer joven pero dura en el sentido de la disciplina, la que cuando nos portábamos mal nos castigaba con un jalón de patillas hasta casi dejar de tocar piso, pero al parecer, tenía bien medido la presión y el estirón que tenía que darnos, porque nunca nadie salió lastimado, sólo se sentía el dolor en el momento que lo hacía.
*No es que esté a favor de estos mecanismos, es más, yo como maestra que soy ahora, jamás los practiqu?, sin embargo, no dejo de recordar esta etapa de mi vida con cierta nostalgia y hasta con risa por lo vivido con mis grandes maestros que marcaron de alguna manera mi vida.
*Desde este espacio les agradezco sus lecciones, no importando los mecanismos. Gracias donde quiera que estén.
*Y a mis colegas de ahora una felicitación por su ardua labor, la que, desgraciadamente, en muchas ocasiones no es reconocida, porque no es tarea fácil el trabajar con niños y adolescentes, llenos de energía y perdidos en un mar de desinformación.
*Una gran felicitación maestro, esperando que hoy ya sea pagado su más que merecido bono, el cual, contrario a otros años, no se pagó junto con la quincena, ya que ésta fue pagada el viernes 12 de mayo.
