11.Enero.2017
ENERGIA 2017
Por
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
Columnas anteriores
11.Septiembre.2018



No sé a ustedes, pero a mí los episodios de la semana pasada, derivados del “gasolinazo”, me llenaron de una energía vital pesada y temerosa. Llevo noches de mal dormir, de no pensar en otra cosa, de preocuparme por el futuro, de tensión constante.

Eso me ha hecho reflexionar sobre cuánta energía perdemos día a día de manera involuntaria y por demás innecesaria.

Todos somos sistemas de energía. Cada mañana iniciamos el día con una cierta cantidad de ella, para gastar o invertir. Pero para sentirnos bien y estar sanos es necesario, creo yo, aprender a administrarla más inteligentemente.

Diariamente intercambiamos energía: la damos, la recibimos, la transformamos. Me parece que es muy importante que estemos conscientes de ello para que aprendamos a producirla y acumularla, a usarla eficientemente para llevar una vida feliz, con calidad.

Estamos hechos de diferentes modos o tipos de energía: física, emocional, mental y espiritual. Cada área contribuye a nuestro bienestar total. No podemos centrarnos en una sola, porque equivale a atender una cuarta parte de nuestro total.

Así, por ejemplo, necesitamos cuidar nuestra energía física alimentándonos bien, durmiendo lo suficiente, valorando nuestro cuerpo, monitoreando nuestra salud, actuando preventivamente en caso de algún desequilibrio, haciendo ejercicio, y procurando vivir en un entorno limpio y ordenado.

Pero también debemos atender nuestra energía mental, abriendo nuestra mente a los cambios, buscando creativamente maneras de adaptarnos a ellos, investigando, aprendiendo, leyendo, haciendo y creando cosas nuevas.

En la energía espiritual no me referiría únicamente a profesar alguna religión…Creo que debemos esforzarnos por hacer la diferencia en la vida de otros, conectarnos con nuestra familia y amigos, ser generosos, agradecidos con Dios y con la vida, reconociendo siempre las cosas que sí tenemos y no echando de menos las que creemos que nos faltan.

Y por último, necesitamos también cuidar nuestra vida emocional, enfrentando nuestros miedos, aprendiendo a perdonar (perdonándonos, en principio, a nosotros mismos), relajándonos entendiendo que no tenemos la capacidad de controlar lo que pasa en el mundo, cultivando la autorregulación y controlando nuestro carácter, especialmente si somos ansiosos o con inclinación al enojo.

Cómo aún no termina el primer mes de este año que comienza, aprovecho para desearles a todos los amables lectores de El Mercurio de Veracruz, que en este 2017 puedan encontrar el equilibrio en estas cuatro áreas de la vida, y hago votos para que podamos hacer positivos todos nuestros intercambios de energía con los demás y con el mundo, generando abundantes reservas para cuando tengamos que enfrentar “tiempos difíciles”.

¡Hasta mañana!



  QUIÉNES SOMOS  
© Toda la información de este Portal Informativo está protegida por la Ley de Derechos de Autor Los medios que deseen reproducirla pueden contratar.