La vida en pareja no necesariamente nos lleva a tener hijos. En ocasiones ambos miembros están de acuerdo y no les genera problemas, pues deciden invertir su tiempo y dinero en viajes, crecimiento profesional, o en la adquisición de bienes.
Hay muchas ideas acerca de las parejas que deciden no tener hijos, pues si bien es una decisión de la pareja, lo que opinan los demás influye mucho.
Algunas personas piensan que el tener hijos es un sinónimo de fusión o de “cemento” de la relación, y la construcción social que nos han inculcado es que es necesario tener hijos para que nos reconozcan. En la sociedad patriarcal es todavía más estigmatizante para las mujeres, pues si no tienen hijos no cumplen su razón de ser.
Se trata de construcciones históricas por demás arcaicas, como cuando los hombres salían a cazar mamuts y las mujeres se quedaban a cuidar la prole en la cueva; todavía manejamos esos constructos como si siguiera siendo necesario poblar el mundo.
Pareciera que esto tiene mucho que ver con la construcción de estereotipos de realización, como aquel de que las personas sólo podrán ser felices si tienen una pareja, una casa propia, hijos y un perro, cuando en realidad hay múltiples maneras de realización de acuerdo a las expectativas de cada persona.
Lo cierto es que cuando vemos una pareja sin hijos, hay muchos prejuicios sociales. Se les ve como personas egoístas, que solamente piensan en ellos, que no piensan en darle todo el amor que tienen a otra persona, o los juzgan como personas irresponsables.
Desde una perspectiva socioeconómica, podríamos decir que en los inicios del capitalismo como sistema, era necesario tener muchos hijos, pues se requería de muchos obreros. En México, en la época post-revolucionaria, las familias tenían diez hijos en promedio; en 1976 tuvimos una tasa de natalidad de 7.5 hijos por pareja, y en los tiempos actuales, la tasa es de 2.3, y la tendencia demográfica, es que llegaremos en un futuro no muy distante, a tasa 0, como algunos países europeos.
Yo pienso que las parejas deben tener hijos cuando lo decidan así, en pareja, sin que un tercero (el gobierno o alguna conseja social) se los diga.
Tener o no tener hijos es una decisión muy personal que puede adoptarse por distintas razones. Personalmente, respeto mucho a las parejas jóvenes que eligen libremente esta opción, ya que en estos “tiempos difíciles”, tener hijos se empieza a ver como algo por lo que puedes optar o no, no como un destino inherente a la condición de vivir en pareja.
