Una pareja muy querida para mí, después de varios intentos y embarazos fallidos, ha logrado concebir. Para ahora, faltan sólo tres meses para que su pequeña hija llegue al mundo.
Su familia y amigos más cercanos, hemos sido testigos de la odisea que han tenido que pasat para llegar a este momento.
Vivir en pareja y luego tener hijos, pareciera un proceso natural para la mayoría de nosotros. Esta naturalidad se altera cuando después de varios meses de intentarlo, el embarazo no se logra.La infertilidad es, sin duda, un duro golpe para las parejas.
Su diagnóstico necesita tiempo para asimilar la noticia, y decidir los siguientes pasos para dar en conjunto.
Ese puede ser el inicio de una serie de emociones que de no manejarse adecuadamente, dificultarán aún más la concepción.
Primero que nada, hay que saber que los problemas de infertilidad son cada vez más frecuentes, es decir, llegan a afectar a una de cada seis parejas.
Uno de los principales factores es en sí, el retraso de la edad reproductiva. Actualmente , en estos “tiempos difíciles”, tenemos un desfase entre la edad reproductiva, la biológica y la social. Esta última comienza casi cuando la biológica se encuentra en declive.
Ahora bien, habría algunos elementos claves a tener en cuenta:
Ante todo, la infertilidad es un problema de pareja, no de la mujer o del hombre.
Como pareja, es importante definir el modo de llevar a cabo el proceso y delimitar claramente cual será el papel de la familia y los amigos. Algunas parejas deciden limitar la información a su círculo más cercano, a fin de evitar cuestionamientos que les puedan generar más stress.
Buscar información, recopilar diferentes fuentes de ésta, estadísticas y testimonios acerca del proceso a fin de aumentar la sensación de control, y disminuir así la incertidumbre, es muy importante.
No hay un “abc” que les indique la mejor opción…Ésta dependerá del modo en que cada pareja afronte la situación. En todo caso, y si a sugerencia médica, la pareja decide ntentarlo con un tratamiento, debe definir a cuantos de éstos están dispuestos a enfrentarse, cuánto dinero pueden invertir en ello, y cuánto tiempo se van a dar.
De esta manera delimitarán algo que en realidad es muy poco controlable.
Es muy importante tranquilizarse, los tratamientos en fertilidad no son sencillos, y a veces es necesario esperar, hasta meses, el resultado.
Hay que definir el siguiente paso si los resultados son positivos o negativos. Si falla, ¿adoptarán? ¿o se darán por vencidos?
Si el resultado es negativo es importante asumir que esto también forma parte del proceso y que aunque cada fracaso duele mucho, es importante enfocarlo positivamente, con la idea de que el proceso es complejo.
Si el resultado es postivo, las parejas deberán ser conscientes de que pueden experimentar diferentes sensaciones como miedo, ansiedad, y que no sentirán fuegos artificiales al ver el resultado, y que la mezcla de emociones intensas tiene un papel importante.
Por fin la búsqueda ha parado, después de años y de varios intentos lo han logrado, han alcanzado la meta. Así que necesitan ceder el paso al miedo que poco a poco se desvanecerá, y dará lugar a otras emociones más placenteras; la esperanza, el gozo, la dicha de tener un bebé. ¡Muchas felicidades!
