27.Septiembre.2016
EL MALTRATO INFANTIL Y EL FUTURO DE LA SOCIEDAD
Por
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
Columnas anteriores
11.Septiembre.2018



Cuando observo el trato que les damos a los niños en estos “tiempos difíciles”, no puedo evitar reflexionar sobre los motivos que tenemos para hacerlo, y creo que en el fondo lo que pasa es que nadie da lo que no tiene. Pareciera que muchos de nosotros no tenemos registro emocional de que se nos haya amado y respetado, como tal vez lo necesitábamos, y eso es lo que nos lleva a maltratar, casi inconscientemente, a nuestros hijos.
Creo que aún ejercemos un alto grado de violencia y abuso sobre los niños, casi de manera cultural, intuitiva, poco pensada. Muchos adultos creemos que no somos violentos con nuestros hijos porque no les pegamos, pero a veces hay mucha más violencia activa en nuestra forma de hablarles y tratarlos.
A los adultos, inmersos en nuestras propias infancias incompletas y en el ritmo azaroso de estos días, nos cuesta trabajo muchas veces “conectar” con nuestros hijos. A veces parece que sólo sentimos nuestras necesidades de autoridad, control, silencio, orden y calma, y les pedimos y exigimos que nos la satisfagan sin nosotros tener en cuenta las suyas primero. Y es como un círculo vicioso, porque nadie podrá satisfacer las necesidades de otra persona si primero no ha sentido satisfechas las suyas, o mínimamente escuchadas.
Mi abuela, que era muy sabia, decía que la infancia es para recibir y la adultez para dar. Pero a veces, dar lo que no se tuvo requiere una gran toma de conciencia y de trabajo con uno mismo, confrontar nuestro pasado, entender y perdonar para crecer y madurar.
A estas alturas, muchos adultos nos hemos dado cuenta que pegar, abusar y hacer trabajar a los niños les lastimaba física, psicológica y emocionalmente. Hago votos porque un día no muy lejano también podamos darnos cuenta de que castigar, amenazar, obligar, forzar, gritar, desatender, no escuchar, ordenar, exigir, premiar, humillar, rechazar, criticar, juzgar e ignorar a un niño también es mal trato, abuso emocional y un acto de violencia.
A nadie le gusta ser tratado así, y ser maltratado impide que podamos sentir al otro y conectar con sus necesidades, deseos e intereses. Necesitamos hacer una análisis profundo, y cuestionarnos porque seguimos haciendo estas cosas a nuestros niños, por qué necesitamos ejercer el poder sobre ellos, por qué creemos que un adulto puede pedirle, hacerle y decirle a un niño lo que le plazca, por qué nos cuesta tanto satisfacer sus necesidades de contacto, juego, escucha, presencia, mirada y atención.
Sólo tratando, viendo, mirando y sobre todo sintiendo a los niños de un modo distinto podremos empezar a cambiar la sociedad que tenemos y queremos mejorar y cambiar. Si todos los niños fuesen respetados, amados incondicionalmente y sus necesidades satisfechas o al menos escuchadas y tuvieran madres y padres conscientes de sus carencias, estoy segura de que no habría adultos que necesitaran matar, mandar, violar, abusar. Un adulto equilibrado, contento, en paz y conectado consigo mismo no tendrá necesidad de hacer daño a nadie.

¡Hasta mañana!


  QUIÉNES SOMOS  
© Toda la información de este Portal Informativo está protegida por la Ley de Derechos de Autor Los medios que deseen reproducirla pueden contratar.