08.Marzo.2015
MILITAR, ENFERMERA, SOLIDARIA...
Las enfermeras: civiles o militares, igual de Responsables; en la Milicia muy Respetadas...
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Patricia Munguia es enfermera militar, egresada de la escuela de Enfermería Naval de la ciudad de Veracruz y una convencida de que la Mujer Enfermera en México, sea civil o militar, es igual de preparada y responsable; y en la milicia se les trata con mucho respeto.



Orgullosa de su profesión sigue siendo enfermera, a pesar de que ya está en retiro desde hace 16 años, y para sus vecinos y amigos: los que acuden a ella para que les cheque la presión o les diga cómo usar un medicamento; brinda su ayuda sin pedir nada a cambio.



En entrevista exclusiva con EL MERCURIO DE VERACRUZ nos platica algunas de sus vivencias y nos expresa lo que significó para ella ser enfermera en la Armada de México.



El día que cumplió 19 años logró contrato en la Armada de México, y los siguientes tres años se dedicó a ser auxiliar de contaduría, una profesión muy diferente a lo que estudiaría después dentro de la Armada; al cumplir los 22 años fue que decidió estudiar Enfermería y después de haber aprobado los exámenes inició su nueva vida profesional



-¿Qué fue lo que te motivó para estudiar enfermería?



-Pues` con toda sinceridad lo que mas me interesó fue ascender rápido: no llevaba en sí Vocación, a mi siempre me gustaron las matemáticas, tuve una facilidad natural para las matemáticas, pero no pude estudiarlas, pero yo quería ascender rápido a oficial y se me ocurrió irme a la escuela de enfermería.



-¿Y te gustó tu carrera o no?



-¡Ah si!, desde el primer día me dediqué a estudiar, a ser, cuando llegue a los hospitales, me gustaron los hospitales realmente, me gustó atender a la gente, me encantaron las urgencias, ver un parto por primera vez me emocionó mucho, el día que entré por primera vez a una cirugía me emocionó, yo soy de la condición que cuando uno hace las cosas las debe de hacer bien nada de que a medias...



-¿Y qué se siente ver nacer a un niño?



-Pues muy bonito, ver nacer la vida es muy bonito, el momento de la expulsión, ver al bebé cuando sale, cuando llora, es un momento de mucha emoción, sientes la tensión de la madre con el cariño que lo espera, verlos inocentes con frío, y que está esperando a que lo quieran..



-¿En tus años de enfermería que fue lo mas difícil que te haya tocado hacer?



-Pues realmente no se me hizo difícil nada, había momentos difíciles porque un paciente estuviera grave, porque un paciente estaba en una situación crítica si, pero en ese momento. Lo mas difícil por parte de la profesión militar y enfermera era a veces estar lejos de los míos, que fuera cumpleaños de mis hijos y yo estuviera en otro lugar porque tenia que estar ahí, o estaba de guardia, o pasar 24 o 31 de diciembre trabajando, pero siempre lo consideré parte de mi trabajo, lo tenía que hacer y lo aceptaba



-¿La mayor satisfacción que te dio ser enfermera?



-Me la dio el tener a cargo el quirófano de la Escuela Naval ahí fueron los tres últimos años de mi estancia en la Armada y mi profesión y te puedo decir que fueron los mejores años, porque estar en un quirófano para mi es lo mejor que ha existido en el mundo, esa emoción, esa adrenalina, ese estrés, pero al mismo tiempo ese afán de servir al paciente y al médico que uno está instrumentando o ayudando es una satisfacción mas grande



-¿Y el peor caso en un paciente que te haya tocado ver?



-Pues tuve un paciente diagnosticado con Sida y me daba pena por él, en el sentido que era joven y lo contrajo por transfusión, otro fue un paciente que me hizo un paro cardio-respiratorio después de administrarle un medicamento y yo apenas empezaba en la enfermería, y siguiendo la indicación del médico y la receta, le dio un paro cardio-respiratorio y yo todavía era estudiante, pero gracias a Dios con lo que ya sabia lo pude sacar adelante y volvió a respirar y yo volví a respirar con él...



-¿Y cómo controlabas los nervios de ver a los pacientes a veces tan delicados o enfermos?



-¿Cuáles nervios? Ahí no hay nervios, ahí hay razonamiento y conocimiento, si me ganaba "el nervio" ya no hacia nada, yo razonaba y pensaba qué era lo que se necesitaba...







RESPETADAS Y RECONOCIDAS...



-¿Ser enfermero mujer no fue mas difícil que ser enfermero hombre?



-No, las enfermeras mujeres son muy respetadas, antes cuando yo inicié la enfermería todavía nos decían madres y muy respetadas y queridas, muy reconocidas



-¿En cuantos hospitales trabajaste?



-Pues estuve en el Centro Médico Naval en México, donde hice mi pasantía, en el HOSNAVER, en Coatzacoalcos y en la enfermería de la Escuela Naval, y en las prácticas estuvimos en los hospitales grandes de aquí de Veracruz, como el Instituto Mexicano del Seguro Social, en el Hospital Regional, inclusive estuve en un hospital psiquiátrico en Puebla



-¿Y es muy diferente un hospital militar a uno civil?



-No, se usan casi las mismas rutinas, las mismas metodologías de trabajo, no hay gran diferencia, quizás, dicen los civiles que los militares somos mas responsables, pero al menos en mis años de prácticas yo sentí que las enfermeras que me enseñaron eran tan responsables como las que eran militares



-¿Y en el hospital psiquiátrico es muy diferente?



-Es otro ambiente, es un ambiente de tensión, sientes que te tienes que estar cuidando porque a veces las personas que están con esos problemas mentales, pues sin afán de molestarte te agreden; por ejemplo a un compañero y a mi nos corretearon en los patios de todo el hospital, no se porqué (el enfermo) lo hizo y eran las ocho de la noche y nosotros corriendo por el hospital y el atrás de nosotros; y otra me tronó un globo junto al oído, tampoco se porqué lo hizo, pero lo hizo y ya...



-¿De tus funciones que te gustaba hacer?



-Instrumentar en un quirófano y después atender urgencias graves, brindarle mi ayuda al paciente y al médico



-¿Y lo que menos te gustaba?



- tender camas, odiaba tender camas, es lo único que nunca me gustó (ríe a carcajadas)



-¿Y que es lo que mas extrañas?



-¿Qué extraño? Todo, para mi, mi trabajo fue de las mejores cosas en la vida, volvería a ser enfermera sin equivocarme, jamás me arrepentí de haberlo hecho, de haber elegido la carrera, nunca: era para mi. A veces no sabemos que tenemos aptitudes para otras cosas, y a mi Dios me dio la oportunidad de descubrir mis aptitudes.

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