Verónica González Cárdenas, es una joven madre de familia de 2 pequeños que se gana el sustento trabajando como operadora de una moto conformadora, una maquinaria de grandes proporciones que es ocupada para compactar el terreno antes de edificar alguna construcción sobre el. <br />
<br />
Originaria del municipio de Manlio Fabio Altamirano, todos los días se traslada desde ese lugar hasta la colonia Ampliación Miguel Alemán, en el municipio de Boca del Río, donde es empleada en la construcción de lo que será la nueva base de la policía naval.<br />
<br />
Sus hijos quedan al cuidado de la abuela materna, a quien Verónica apoya con un incentivo.<br />
`Prefiero que los cuide mi mamá a que sea otra persona que no es ni de su familia, además así la ayudo a ella y el beneficio es para las dos`, refiere Verónica.<br />
<br />
Su llegada al mundo de las maquinarias pesadas, desde hace 8 años, se da en un entorno de abandono por parte del papá de sus hijos. Fue su propio hermano quien le enseñó el oficio al verla sufrir.<br />
<br />
`Cuando el papá de mis hijos me dejó no sabía que hacer, pensé que no iba a poder salir a delante yo sola, trabajé en un taquería, luego en una tortillería, el dinero no me alcanzaba, ganaba muy poco y me desesperaba, pero mi hermano me vio y me dijo ‘yo te voy a ayudar, pero no te voy a dar dinero, te voy a enseñar a ganártelo’, y aquí estoy`, comenta.<br />
<br />
La jornada laboral de Verónica es de 8 horas diarias y gana un promedio de 3 mil a 4 mil pesos semanales. Ha trabajado en obras como Nuevo Veracruz, el puente de Tamaca-Paso del Toro y en los municipios de Alvarado y Manlio Fabio.<br />
<br />
`El sueldo es bueno, pero es un trabajo de alto riesgo por los terrenos en donde tienes que meterte, algunos son pantanosos, otros montañosos, por fortuna no se registran muchos incidentes pero cuando pasan son muy graves`, asegura.<br />
<br />
Verónica González, aprendió el oficio en un año de práctica y tuvo que ganarse un lugar a base de mucho esfuerzo y dedicación, pues era discriminada en los talleres y empresas en donde se presentaba a pedir empleo por el simple hecho de ser mujer.<br />
<br />
`No me creían que supiera operar esas maquinas, me decían te doy trabajo pero de cocinera o para que hagas el aseo en el taller, pero no puedo dártela de operadora, así que con mucho ruego me ponían a prueba 15 días, si la pasaba me quedaba si no, trabajaba de gratis 15 días, por fortuna no tuve que trabajar de gratis, ahora me gané el respeto de mis compañeros, ellos me cuidan y me recomiendan cada que sale un trabajo`, explica la experimentada mujer.<br />
<br />
Desde arriba de su máquina ha visto cosas buenas y malas, según su óptica. Ha visto levantarse de la nada edificios y plazas comerciales que ofrecen empleo a cientos de personas, ha visto el desarrollo, pero también la decadencia de las personas, pues muchos compañeros de trabajos son despedidos por hacer mal uso de las herramientas de trabajo e incluso cometer abuso de confianza.<br />
`El operador que estaba antes que yo fue despedido por robar diesel y aceite de la maquina, `la ordeñaba`, en venganza se llevó el clima de la `moto` y ahora yo soy la que padezco los calorones, también realizaba trabajos por fuera, es decir se llevaba la maquina por su cuenta y no entregaba el dinero al patrón, se lo quedaba todo él, por unos pesos se queman y pierden el trabajo que los mantiene a ellos y a su familia, no los entiendo`, dice Verónica.<br />
Finalmente recomienda a todas las mujeres que se encuentran en condición de abandono por parte de su pareja o familiares, a no deprimirse o acongojarse ante esta situación, deben sobreponerse, `tal vez este mal que lo diga, pero lo mejor que me pudo haber pasado fue que mi marido me abandonara, si no hubiera pasado eso, seguiría planchando y lavando la ropa de él en la casa`, afirma Verónica GonzÁ lez CÁ rdenas, operadora de una Moto confromadora.