En el Museo de la ciudad y puerto de Veracruz, conmemorando el 49 aniversario de la llegada del fuego olímpico a tierras porteñas, se reunieron quienes en 1968 fueron los portadores de la flama olímpica en suelo veracruzano.
El Gobierno Municipal de Veracruz fue el que realizó este viernes la mesa redonda “Portadores del Fuego Olímpico”, en el auditorio del Museo de la Ciudad “Coronel Manuel Gutiérrez Zamora”, hombres de la tercera edad en su mayoría con pasos cansados pero con ojos llenos de vida y con miradas que mostraban un felicidad singular, llegaron en compañía de sus familias y sus seres queridos.
En el auditorio completamente lleno se proyectó un video donde se recordó el momento histórico en el que el fuego olímpico llega a México después de una travesía larga desde Grecia, pasando por España entre otros lugares y finalizando en el puerto veracruzano siendo recibida por atletas orgullosamente veracruzanos que se prepararon para el histórico momento por casi un año.
En salón obscuro mientras se proyectaba ese momento histórico, los atletas no pudieron contener sus vítores y aplausos al verse así mismos en su juventud y en muchos casos su adolescencia formando parte de la historia de Veracruz y del mundo, reviviendo ese momento en sus mentes y trayendo a su presente todos esos recuerdos de su pasado.
Finalizada la proyección parte de los atletas se posicionaron frente a los presentes y reconociendo a muchos de sus miembros que por el número no podían subirse a compartir sus vivencias con sus compañeros, sus apariencias estaban lejos de parecer a campeones del deporte, pero mediante sus sonrisas demostraban que se sentían nuevamente como esos deportistas, nuevamente estaban en ese octubre de 1968.
Llenos de vida como si los años nunca hubiesen pasado, llevando algunos una playeras en rojo vivo con la escritura de “México 68” y otros con apariencia de hombres experimentados, narraron lo que sintieron, lo que significó para ellos, como lo vivieron y sobre todo como se sentían orgullosos de representar a su país pero más importante aún como representaban a Veracruz.
Román Puriel quien hace 49 años fue el primer corredor en portar la antorcha en fuego veracruzano recuerda cómo se habían preparado sus compañeros y el mismo para llevar a cabo su labor:
“Estábamos entrenados sabíamos que transportábamos el fuego olímpico no la antorcha”, dijo Román Puriel .
Narraba entre risas como lo habían capacitado para recorrer con una antorcha que pesaba kilo y medio con una mano, un kilómetro en tres minutos todo ante el temor de que la flama se apagará y riendo dijo “y que se me apago”, mientras sus compañeros riendo llenos de alegría y riendo confirmaban su versión.
Señalaban como en lo que hoy se conoce como Infonavit Buena Vista o El Morro entre otras colonias, hace años fueron campos baldíos que les sirvieron para entrenar y ser conocidos como los mejores deportistas veracruzanos de la época, dignos de participar en esta página de la historia de Veracruz.
Destacaron que pese al norte que se vivió en esa época y como este había dejado el mar picado no representaba ningún problema para ellos pues reiteraron “estábamos entrenado hasta el mas mínimo detalle”.
Recordaron el momento en que la flama olímpica arribó por mar en el buque Durango, como Sergio Castellanos Ruelas fue el primer nadador veracruzano en recibirla y junto a sus compañeros nadadores la llevaron hasta el malecón de la ciudad y de ahí hasta el estadio Luis de la Fuente "El Pirata" donde Carlos Diaz fue el primero en encender el pebetero en una vistosa ceremonia de recepción y posteriormente el fuego fue trasladado al Palacio Municipal de Veracruz, donde permaneció toda la noche debidamente escoltado.
Sergio Castellanos Ruelas , Carlos Díaz Vega, Jorge Castellanos Ruelas, Eduardo Moreno Loyo, Arturo Moreno Loyo, Rafael Lamothe Ceballos, Román Puriel García, Juan Valerio Vichy , Genebrardo Rodríguez Cortés, entre muchos más reían y recordaban ese momento, cuando tenían , 15, 18,20 y hasta 21 años dejando sus huellas en las olimpiadas.
Eduardo Moreno Loyo quien fuera uno de los portadores del símbolo de las olimpiadas le mando un mensaje a las generaciones de la actualidad:
“Todos sentimos esa llama en el corazón, entonces ese es el mensaje que queremos dejarle a la nueva juventud, luchen por sus metas y tengan la flama siempre encendida”, dijo Moreno Loyo.
Esos atletas, esos hombres y mujeres que hace 49 años fueron campeones de atletismo, de natación, de baloncesto, incluso de boxeo , hoy son padres, madres, abuelos y abuelas, son maestros, licenciados, doctores y que le muestran a sus hijos y nietos como hicieron historia en su juventud y reconocen que si hoy son personas dignas de recordar se debió a la disciplina , al sentido de compromiso, de obligación y al afán de alcanzar las metas que tuvieron, mismas que ahora viven como recuerdos que traen al presente vívidamente, observándolos satisfechos.
El director del Museo de la Ciudad, Ricardo Cañas Montalvo dijo que se le considera a Veracruz como puerta olímpica de América porque aunque es cierto que en 1932 se celebraron juegos olímpicos, no se hacía el traslado del fuego, así por primera vez en 1968 el fuego olímpico entró a América por Veracruz, convirtiendo a quienes la recibieron en ese entonces y que viven hoy en historias vivientes de Veracruz.
Al término del evento, el Director de Turismo y Cultura, Juan Bosco Pérez Acasuso, junto con el Subdirector de Cultura, Ricardo Cañas Montalvo, entregaron reconocimientos a los participantes, mientras las recibían se pasaron uno a uno las antorchas que llevaron al evento y mientras las dirigían hacia lo alto gritaban “viva México, viva Veracruz”, mientras en sus corazones eran jóvenes otra vez.