Para mejorar la salud los cambios alimenticios deben contemplar la evaluación de la cantidad y tipo de colesterol que se tiene en la sangre, señaló Diana Marquínez Tress, vocal del Colegio Mexicano de Nutriólogos Capitulo Veracruz.

Recordó que los niveles altos son un riesgo para el organismo porque tapan las arterías y origina la enfermedad ateroesclerótica cardiovascular que es la principal causa de mortalidad.

Incluye la enfermedad coronaria, cerebrovascular y la arterial periférica.

“La sangre es el medio de transporte de los nutrientes y uno de los componentes es la grasa que pueden ser triglicéridos o colesterol. Hay una gran diferencia porque los primeros provienen de azúcares simples y el segundo no sólo del consumo de grasas saturadas sino por falta de ejercicio y obesidad abdominal”.

Una parte importante del colesterol se produce en el hígado, el resto es aportado a través de la dieta y del colesterol presente en la bilis. Parte del exceso de colesterol puede depositarse en la pared arterial y forma la placa de ateroma que puede estrechar los vasos y endurecer las arterias. “Utilizamos mucho colesterol para que el metabolismo funcione adecuadamente, hay otros factores de riesgo como estrés y tabaquismo que hace que detone la cuestión genética. Las arterias deberían ser flexibles pero si se empieza a acumular grasa dejan de ser de esta forma, se da un cambio y se tapan las arterias y solo se elimina con cirugía”, advirtió. Recomendó el consumo de ácidos grasos Omega 3 y 6 ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol.

Insistió en que el cambio de hábitos alimenticios debe contemplar la evaluación del tipo de colesterol y la cantidad del mismo para elegir un plan acorde a las necesidades del organismo.